martes, 25 de septiembre de 2018

EL PENSAMIENTO DIVISOR




“Esta división (…) Es un conflicto que disipa nuestra energía en las disputas, dividiéndonos, haciendo que cada cual persiga lo suyo, sus propias aspiraciones, que exija su propia seguridad personal”

El pensamiento ha dividido el mundo no sólo geográficamente, sino también en lo psicológico, en lo interno. El hombre (la humanidad) está fragmentado, dividido no sólo en el nivel psicológico mecánico de su existencia, sino también en el de sus ocupaciones. Si uno es un profesor, tiene su propio pequeño círculo y vive dentro de ese círculo. Si es un hombre de negocios, se ocupa de hacer dinero, si es un político, vive dentro de esa área. Y si es una persona religiosa en el sentido aceptado de la palabra, con la práctica de diversas formas de puja, rituales, meditaciones, con la veneración de algún ídolo y cosas así, entonces también vive una vida fragmentada. Cada fragmento tiene su propia energía, su propia capacidad, su propia disciplina, y cada curso de acción juega un papel extraordinario en contradicción con otro curso. Ustedes deben conocer todo esto. Esta división, tanto externamente, geográficamente, como en lo religioso, en lo nacional y en la relación que existe entre uno mismo y otro ser humano, es un derroche enorme de energía. Es un conflicto que disipa nuestra energía en las disputas, dividiéndonos, haciendo que cada cual persiga lo suyo, sus propias aspiraciones, que exija su propia seguridad personal, etc.
Toda acción necesita energía, todo pensar necesita energía. Esta energía que se fragmenta de un modo constante, implica un desgaste energético. Cuando una energía contradice otra, cuando una acción contradice otra acción (…), hay derroche de energía.
Todas esas actividades deben, por fuerza, condicionar la mente, el cerebro. Estamos condicionados como hindúes, budistas, musulmanes, cristianos, con todas las supersticiones y creencias que ello implica. Estamos condicionados, acerca de esto no cabe ninguna duda. No podemos argumentar que no estamos condicionados; lo estamos, religiosamente, políticamente, geográficamente. Hasta que no estemos libres del condicionamiento, libres de las actividades del pensar que crea los grandes problemas, esos problemas no podrán ser resueltos.
Se necesita un instrumento nuevo para resolver los problemas humanos.

J. Krishnamurti


AMOR, SEXO, CASTIDAD
Una selección de pasajes para el estudio de las enseñanzas de Krishnamurti.

2 comentarios: