“Esta división (…) Es un
conflicto que disipa nuestra energía en las disputas, dividiéndonos, haciendo
que cada cual persiga lo suyo, sus propias aspiraciones, que exija su propia
seguridad personal”
El pensamiento ha dividido
el mundo no sólo geográficamente, sino también en lo psicológico, en lo interno.
El hombre (la humanidad) está fragmentado, dividido no sólo en el nivel
psicológico mecánico de su existencia, sino también en el de sus ocupaciones.
Si uno es un profesor, tiene su propio pequeño círculo y vive dentro de ese
círculo. Si es un hombre de negocios, se ocupa de hacer dinero, si es un
político, vive dentro de esa área. Y si es una persona religiosa en el sentido
aceptado de la palabra, con la práctica de diversas formas de puja, rituales,
meditaciones, con la veneración de algún ídolo y cosas así, entonces también
vive una vida fragmentada. Cada fragmento tiene su propia energía, su propia
capacidad, su propia disciplina, y cada curso de acción juega un papel
extraordinario en contradicción con otro curso. Ustedes deben conocer todo
esto. Esta división, tanto externamente, geográficamente, como en lo religioso,
en lo nacional y en la relación que existe entre uno mismo y otro ser humano,
es un derroche enorme de energía. Es un conflicto que disipa nuestra energía en
las disputas, dividiéndonos, haciendo que cada cual persiga lo suyo, sus
propias aspiraciones, que exija su propia seguridad personal, etc.
Toda acción necesita
energía, todo pensar necesita energía. Esta energía que se fragmenta de un modo
constante, implica un desgaste energético. Cuando una energía contradice otra,
cuando una acción contradice otra acción (…), hay derroche de energía.
Todas esas actividades
deben, por fuerza, condicionar la mente, el cerebro. Estamos condicionados como
hindúes, budistas, musulmanes, cristianos, con todas las supersticiones y
creencias que ello implica. Estamos condicionados, acerca de esto no cabe
ninguna duda. No podemos argumentar que no estamos condicionados; lo estamos,
religiosamente, políticamente, geográficamente. Hasta que no estemos libres del
condicionamiento, libres de las actividades del pensar que crea los grandes
problemas, esos problemas no podrán ser resueltos.
Se necesita un instrumento
nuevo para resolver los problemas humanos.
J.
Krishnamurti
AMOR, SEXO, CASTIDAD
Una selección
de pasajes para el estudio de las enseñanzas de Krishnamurti.
Saludos desde Nicaragua, sin fragmentar, solo referencia geográfica.
ResponderEliminarGracias Guerrero. Unidos en la distancia. Saludos.
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